sábado, 20 de agosto de 2011

Boletim Metropolitano - 10º Domingo de Mateus



21 de Agosto 2011 (C.C) / 8 de Agosto 2011 (C.E)
10mo DOMINGO DE MATEO
San Emiliano de Kyzika, San Myron, San Gregorio de Pechersk, San Gregorio el Sinaita
Preparación Fiesta de la Dormición de la Madre de Dios



TROPARIO (Primer Tono) 
Cuando la piedra fue sellada por los judíos y tu Purísimo cuerpo fue custodiado por los guardias, resucitaste al tercer día, oh Salvador, concediendo al mundo la vida. Por lo tanto, los poderes celestiales clamaron a Ti, oh dador de vida: gloria a tu resurrección, oh Cristo, Gloria a tu dominio. Gloria a tu plan de salvación, oh
único, amante de la humanidad.




Theotokion:
Oh protectora de los cristianos indesairable, mediadora de ante el creador irrechazable, no desprecias las suplicas de nosotros pecadores, sino acude a auxiliarnos como bondadosa a los que te invocamos con fe, se presta en intervenir y apresúrate con la suplica Oh Madre de Dios que siempre protejes a los que te honran.


Prokímenon:
Que tu misericordia, Señor, sea sobre nosotros, como hemos puesto nuestra esperanza en Ti.


Regocijaos en el Señor oh justos, porque es propia de los justos la alabanza.



EPISTOLA
Lectura de la 1ª Carta a los Corintios. 4:9-16:


Porque pienso que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha asignado el último lugar, como condenados a muerte, puestos a modo de espectáculo para el mundo, los ángeles y los hombres.- Nosotros, necios por seguir a Cristo; vosotros, sabios en Cristo. Débiles nosotros; mas vosotros, fuertes. Vosotros llenos de gloria; mas nosotros, despreciados. Hasta el presente, pasamos hambre, sed, desnudez. Somos abofeteados, y andamos errantes.- Nos fatigamos trabajando con nuestras manos. Si nos insultan, bendecimos. Si nos persiguen, lo soportamos.- Si nos difaman, respondemos con bondad. Hemos venido a ser, hasta ahora,
como la basura del mundo y el desecho de todos.- No os escribo estas cosas para avergonzaros, sino más bien para amonestaros como a hijos míos queridos. Pues aunque hayáis tenido 10.000 pedagogos en Cristo, no habéis tenido muchos padres. He sido yo quien, por el Evangelio, os engendré en Cristo Jesús. Os ruego, pues, que seáis mis imitadores."


Aleluya, Aleluya, Aleluya:
Dios asegura mi victoria y somete a mis adversarios.
Aleluya, Aleluya, Aleluya
Salva maravillosamente a su siervo y hace
misericordia a su ungido
Aleluya, Aleluya, Aleluya



Lectura del Evangelio según San Mateo, 17:14-23
Cuando llegaron donde la gente, se acercó a él un hombre que, arrodillándose ante él, le dijo: «Señor, ten piedad de mi hijo, porque es lunático y está mal; pues muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. Se lo he presentado a tus discípulos, pero ellos no han podido curarle.» Jesús respondió: « ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? ¡Traédmelo acá! Jesús le increpó y el demonio salió de él; y quedó sano el niño desde aquel momento. Entonces los discípulos se acercaron a Jesús, en privado, y le dijeron: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarle? Les dijo: «Por vuestra poca fe. Porque yo os aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: "Desplázate de aquí allá", y se desplazará, y nada os será imposible.» Yendo un día juntos por Galilea, les dijo Jesús: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le matarán, y al tercer día resucitará. » Y se entristecieron mucho.


Comentario del Metropolita Chrysóstomos
En este domingo, la Iglesia por medio del Evangelio nos enseña que la medida de los milagros de nuestro Señor es la medida de nuestra fe: «Yo os aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: “Desplázate de aquí allá”, y se desplazará» (Mt 17,20). De hecho, como hacen notar san Jerónimo y otros Padres de la Iglesia, en la obra de nuestra santidad (algo que claramente supera a nuestras fuerzas) se realiza este “desplazarse el monte”. Por tanto, los milagros ahí están y, si no vemos más es porque no le permitimos hacerlos por nuestra poca fe. Ante una situación desconcertante y a todas luces incomprensible, el ser humano reacciona de diversas maneras. La epilepsia era considerada como una enfermedad incurable y que sufrían las personas que se encontraban poseídas por algún espíritu maligno.


El padre de aquella criatura expresa su amor hacia el hijo buscando su curacion integral, y acude a Jesus. Su accion es mostrada como un verdadero acto de fe. El se arrodilla ante Jesus y lo impreca directamente con la conviccion interior de que su peticion sera escuchada favorablemente. La manera de expresar la demanda muestra, a la vez, la aceptacion de su condicion y el reconocimiento de la misericordia de Aquel que puede compadecerse de los otros. Aquel padre trae a colacion el hecho de que los discipulos no han podido echar a aquel demonio. Este elemento introduce la instruccion de Jesus haciendo notar la poca fe de los discipulos. Seguirlo a El, hacerse discipulo, colaborar en su mision pide una fe profunda y bien fundamentada, capaz de soportar adversidades, contratiempos, dificultades e incomprensiones. Una fe que es efectiva porque esta
solidamente enraizada. En otros fragmentos del Evangelio, Jesus lamenta la falta de fe de sus seguidores.
La expresion ánada os sera imposibleâ (Mt 17,20) expresa con toda la fuerza la importancia de la fe en el seguimiento del Maestro.
La Palabra de Dios pone delante de nosotros la reflexion sobre la cualidad de nuestra fe y la manera como la profundizamos, y nos recuerda aquella actitud del padre de familia que se acerca a Jesus y le ruega con la profundidad del amor de su corazon.


San EMILIANO obispo de Kyzika El Santo fue perseguido y torturado por su credo, el AP. Pablo queriendo destacar la gran importancia de la confesion de nuestra creencia por Cristo, dijo: "Por lo tanto, ya que en Jesus, el Hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que ha atravesado los cielos, aferremonos a la fe que profesamos"(Hebreos 4:14). Si, es decir, tenemos un gran Αρχιερέα, que ya ha pasado por los cielos y entro en el fin eterno, donde nos espera, que no es un simple hombre, pero es el Hijo de Dios, sostengamos bien la confesion de nuestra creencia hacia El, nuestro Senor y Salvador Jesucristo. Uno ejemplo de esto era también San Emiliano, que vivió entre el 8vo y 9no siglo. Emiliano era obispo de Kiyíku después de Nicolás, en los años 787-815. Luchó con toda la fuerza que le daba Dios por la honorable adoración de los santos iconos, cuando el emperador era el Perseguidor de la veneración a los Santos Iconos, Léon 5to. San Emiliano, luchador de la Ortodoxia, hablaba con fervor de ella y alentó a los creyentes que soporten con fortaleza las irrespetuosas persecuciones. Sufrió muchas dificultades ypenas. Murió al fin desterrado,como auténtico perseguido y torturado por su fe en el dogma verdadero.




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